Vía Crucis parroquial 2019
Parroquia Dulce Nombre de María
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
Nos reunimos hoy para acompañar a Jesús en su
camino al Calvario. Por nuestra salvación, se entregó hasta la muerte por amor y
sufrió con nosotros.
Este año, la Iglesia hondureña se dedica a los
jóvenes, con el lema: “Junto a los jóvenes anunciamos las buenas noticias del
evangelio de la vida”.
En nuestro vía crucis, queremos caminar con los
jóvenes, como Jesús camina con ellos, desde sus experiencias teñidas de la
muerte y participando de la resurrección de Jesús.
En una carta a un joven, el santo Monseñor Óscar
Romero escribió:
“Animo, muchacho. Los grandes ideales en
la vida no se consiguen sin esfuerzo y sin trabajo. Sabes que nuestro Señor
Jesús, siendo Hijo de Dios, quiso compartir con el hombre el mundo de trabajo y
del esfuerzo. Él va por delante y nos invita a seguirle”.
Sigamos a Cristo en su camino de entregarse hasta
la cruz, acompañando a los jóvenes.
+
Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.
Los
jóvenes condenados a muerte por asesinatos, suicidios, enfermedades,
adicciones.
Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Pilato les dijo: ‘¿Qué voy a hacer con
el que ustedes llaman rey de los judíos?’ La gente gritó:´¡Crucifícalo!’ Pilato les preguntó: ‘Pero ¿qué mal ha
hecho?’ Y gritaron con más fuerza: ‘¡Crucifícalo!’ Pilato quiso dar
satisfacción al pueblo: dejó, pues, en libertad a Barrabás y sentenció a muerte
a Jesús. Lo hizo azotar, y después lo entregó para que fuera crucificado.
Meditemos:
Cristo está condenado injustamente a la
muerte, como muchos jóvenes sufren muertes prematuras. Jesús también murió
joven. Como escribió el Papa Francisco, “El Señor ‘entregó su espíritu’ en una cruz cuando tenía poco más de treinta
años de edad. Es importante tomar conciencia de que Jesús fue un joven. Dio su
vida en una etapa que hoy se define como la de un adulto joven”.
Hoy en Honduras muchos jóvenes y muchachas
sufren la muerte – algunos asesinados, otros muertos por enfermedades mortales
como cáncer. También hay jóvenes que se matan, muchas veces desesperados.
Otros, adictos de alcohol o drogas, han muerto.
Cristo se identifica con todos los jóvenes que
mueren.
Oremos:
Por
condenar a Jesús con nuestros pecados, Señor, ten piedad:
R. Por tu santa cruz, ten piedad.
Por
los jóvenes condenados a la muerte por asesinatos, suicidios, enfermedades y
adicciones, Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad,
R: Por tu santa cruz, ten piedad.
[En este momento, puede decir los nombres de los jóvenes
muertos.]
Por
no atender a los jóvenes necesitados, Señor, ten piedad:
R. Por tu santa cruz, ten piedad.
Padre Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
++
Segunda Estación: Jesús carga con la cruz
Los
jóvenes cargando con la cruz de maltrato y enfermedades.
Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo.
Lectura del santo evangelio según san
Juan
Se lo llevaron; y Jesús salió
cargando él mismo con la cruz, hacia un lugar llamado La Calavera, en hebreo Gólgota.
Meditemos:
Cargaron a Jesús con una pesada cruz.
Hoy también, son muchos los que llevan sobre
sus hombros una pesada cruz. Hay jóvenes y muchachas que sufren el maltrato.
Hay otros que sufren enfermedades graves.
El año pasado, un joven que murió a los 19
años fue declarado santo, Nunzio Sulprizio. Sus padres murieron cuando era niño
y fue a vivir con una abuela; ella murió cuando tenía nueve años. Se hizo cargo
de él un tío, brusco y abusivo. Nunzio trabajaba en la herrería de su tío y fue
maltratado por él. Sufriendo gangrena y cáncer de hueso, fue mandado al
Hospital de los Incurables. A pesar de la amputación de una pierna, mantuvo su
fe y su amabilidad. En el hospital servía a los otros pacientes. Murió el 5 de
mayo de 1836. Es el patrón de trabajadores, herreros y discapacitados.
Hay jóvenes que sufren como San Nunzio –
algunos maltratados por patrones o familiares, otros sufriendo cáncer, SIDA u
otras enfermedades.
Cristo sufre con ellos.
Oremos
Por
todos los jóvenes y muchachas maltratados, roguemos al Señor:
R. te rogamos, óyenos.
Por
todos los que sufren enfermedades graves, como cáncer o SIDA, y los que son discapacitados,
roguemos al Señor:
R. te rogamos, óyenos.
[En este momento, pueden decir los
nombres de los jóvenes enfermos.]
Para
que Dios nos de la compasión de atender a los jóvenes y muchachas maltratados y
enfermos, roguemos al Señor:
R. te rogamos, óyenos.
Padre Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
+++
Tercera Estación: Jesús cae por primera vez.
Los
jóvenes caen por falta de empleo digno.
Te
adoramos, oh Cristo, y te bendecimos
– porque
por tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del libro del profeta Isaías:
El soportó nuestros sufrimientos
y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos azotado por Dios, castigado y
humillado
Meditemos:
Cristo cayó bajo el peso de la cruz. Muchos
jóvenes se sienten aplastados por la falta del empleo digno.
En su exhortación apostólica después del
sínodo de los jóvenes, Cristo vive, el papa Francisco destacó esta
preocupación de muchos jóvenes:
“El Sínodo
remarcó que el mundo del trabajo es un ámbito donde los jóvenes
‘experimentan formas de exclusión y marginación. La primera y la más grave es
el desempleo juvenil, que en algunos países alcanza niveles exorbitados. Además
de empobrecerlos, la falta de trabajo cercena en los jóvenes la capacidad de
soñar y de esperar, y los priva de la posibilidad de contribuir al desarrollo
de la sociedad. En muchos países esta situación se debe a que algunas franjas
de población juvenil se encuentran desprovistas de las capacidades
profesionales adecuadas, también debido a las deficiencias del sistema
educativo y formativo. Con frecuencia la precariedad ocupacional que aflige a
los jóvenes responde a la explotación laboral por intereses económicos’”.
Los jóvenes quieren trabajar para
conseguir una vida digna para sus familias, pero no encuentran fuentes de
trabajo. La falta de empleo a veces genera desesperación, migración y aún la
delincuencia.
Oremos:
Para
que los jóvenes consigan trabajo digno, roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Para
los jóvenes sin trabajo nunca caigan en la desesperación o la delincuencia,
roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos
Para
que todos los trabajadores crezcan en si dignidad como contribución al bien de toda la sociedad,
roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos
Padre Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
++++
Cuarta Estación: Jesús encuentra a su madre.
María acompaña el dolor de su hijo y de
todos los que sufren
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del evangelio según San Lucas
Simeón
les dio su bendición y le dijo a María, “Este niño está destinado a causar la
caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de
contradicción, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones—
y en cuanto a ti, una espada atravesará tu alma… Su madre conservaba
cuidadosamente todas estas cosas en su corazón.
Meditemos:
Jesús, cargando la cruz, se encuentra con
su madre, María. Ella le ve a su hijo, como muchas madres mira a su niños y
niñas asesinados o muriendo de hambre o de enfermedades. María es la
Madre Dolorosa con el corazón traspasado por la cruz de sus hijos.
Como escribió el Papa Francisco:
Sin
ceder a evasiones ni espejismos, “ella supo acompañar el dolor de su Hijo…
sostenerlo en la mirada, cobijarlo con el corazón. Dolor que sufrió, pero no la
resignó. Fue la mujer fuerte del ‘sí’, que sostiene y acompaña, cobija y
abraza. Ella es la gran custodia de la esperanza …. De ella aprendemos a decir
‘sí’ en la testaruda paciencia y creatividad de aquellos que no se achican y
vuelven a comenzar”.
María nos muestra la ternura y la
misericordia de Dios, llamándonos a consolar para llegar a todas y todos. Como escribió el papa Francisco, “En María aprendemos a recibir y
hospedar a todos aquellos que han sufrido el abandono, que han tenido que dejar
o perder su tierra, sus raíces, sus familias, sus trabajos”.
Oremos:
Para que podamos responder a los sufrimientos de
los jóvenes como María respondió al dolor de su hijo, con compasión y ternura, roguemos
al Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que los jóvenes que sufren sean acompañados
y acogidos por nosotros, miembros de la iglesia, roguemos al
Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que los que se sienten abandonados
encuentren en nosotros el amor de Dios, roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve, Reina y Madre de misericordia … Gloria
Cristo fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
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Quinta Estación: Simón de Cirene ayuda a Jesús a llevar
la cruz
Los
jóvenes quieren ayudar a cargar la cruz.
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Marcos
Los soldados sacaron a Jesús fuera para
crucificarlo. En ese momento, un tal Simón de Cirene, que es el padre de
Alejandro y de Rufo, volvía del campo; los soldados le obligaron a que llevara
la cruz de Jesús.
Meditemos:
Sus
mejores amigos le abandonaron a Jesús. Solamente un hombre que venía del campo
fue cargado con la cruz que Jesús debía llevar. El verdadero cristiano es la
persona que ayuda a cargar la cruz de los que sufren.
Los obispos en el sínodo de los jóvenes
notaron que “Frente a las contradicciones de la sociedad, muchos jóvenes desean
aportar el fruto de sus talentos, competencias y creatividad, y están
dispuestos a asumir responsabilidades”.
También escribió el papa Francisco:
Hoy,
gracias a Dios, los grupos de jóvenes … suelen salir a acompañar ancianos y
enfermos, o visitan barrios pobres, o salen juntos a auxiliar a los
indigentes…. Con frecuencia ellos reconocen que en estas tareas es más lo que
reciben que lo que dan, porque se aprende y se madura mucho cuando uno se atreve
a tomar contacto con el sufrimiento de los otros…. Otros jóvenes participan en
programas sociales orientados a la construcción de casas para los que no tienen
techo, o al saneamiento de lugares contaminados, o a la recolección de ayudas
para los más necesitados….
El
papa desafió a los jóvenes a ser como Simón, ayudando a Jesús en los
marginados:
… sobre todo, de una manera o de otra, sean
luchadores por el bien común, sean servidores de los pobres, sean protagonistas
de la revolución de la caridad y del servicio, capaces de resistir las
patologías del individualismo consumista y superficial.
Oremos:
Para que respondamos a los
marginados y enfermos, ayudándoles a cargar sus cruces, roguemos al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Para que la iglesia invite a los jóvenes a compartir sus
talentos y su compasión con los pobres, roguemos al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Por todos los que son solidarios con los pobres y
marginados en las aldeas, roguemos
al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Padre Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
++++++
Sexta Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús.
Cristo
camina y padece en los rostros de los que sufren
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del libro del profeta Isaías:
No tenía presencia ni belleza que atrajera
nuestras miradas ni aspecto que nos cautivase. Despreciado y evitado de la
gente, un hombre habituado a sufrir, curtido en el dolor; al verlo se tapaban
la cara; despreciado, lo tuvimos por nada;
Meditemos:
La Verónica
reconoció algo en el rostro deformado y sangriento de Jesús. Con ternura ella
limpió su cara. No se apartó, evitando mirar su rostro. Se acercó y lo tocó.
En el Vía
Crucis con los jóvenes en Panamá, el Papa Francisco dijo,
El
prójimo es rostro que incomoda hermosamente la vida porque nos recuerda y pone
en el camino de lo verdaderamente importante y nos libra de banalizar y volver
superfluo nuestro seguimiento del Señor.
El
camino de Jesús hacia el Calvario es un camino de sufrimiento y soledad que
continúa en nuestros días. Él camina, padece en tantos rostros que sufren la
indiferencia satisfecha y anestesiante de nuestra sociedad, sociedad que
consume y se consume, que ignora y se ignora en el dolor de sus hermanos.
Cuando encontramos a una persona sufriendo,
es fácil apartar la vista. Pero en el rostro de cada persona podemos encontrar
a Jesús, porque él se identificó “con todo sufrimiento, con todo aquel que se
siente olvidado”.
¿Seremos como la Verónica? ¿Qué hacemos ante
el rostro deformado de Dios en los pobres?
Oremos:
Para que podamos reconocer el
rostro de Cristo en los pobres y los enfermos, roguemos al
Señor:
R.
Te rogamos, óyenos.
Para que no apartemos la vista de los que sufren, sino más
bien que acojamos con amor y ternura, roguemos al Señor:
R.
Te rogamos, óyenos.
Por los que se sienten olvidados y abandonados en la
sociedad, para que nos acerquemos a ellos, roguemos al Señor:
R.
Te rogamos, óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
+++++++
Séptima Estación:
Jesús cae por segunda vez.
La violencia
y la pobreza empujan la migración
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Jesús
decía a toda la gente: ‘Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo,
que cargue con su cruz de cada día y que me siga. Les digo: el que quiera
salvarse a sí mismo se perderá, y el que pierda su vida por causa mía, se
salvará”.
Meditemos:
El peso de la violencia y la pobreza aflige a
muchos en Honduras. Para escapar, muchos han decido a salir del país, buscando
un futuro mejor.
El papa nos dice:
¿Cómo
no recordar a tantos jóvenes afectados por las migraciones? Los fenómenos
migratorios ‘no representan una emergencia transitoria, sino que son
estructurales. Las migraciones pueden tener lugar dentro del mismo país o bien
entre países distintos. La preocupación de la Iglesia atañe en particular a
aquellos que huyen de la guerra, de la violencia, de la persecución política o
religiosa, de los desastres naturales —debidos entre otras cosas a los cambios
climáticos— y de la pobreza extrema: muchos de ellos son jóvenes. En general,
buscan oportunidades para ellos y para sus familias. Sueñan con un futuro mejor
y desean crear las condiciones para que se haga realidad’.
Para escapar de estas situaciones precarias,
como dijo el papa: hay “miles de niñas y niños que no se resignan y prefieren
migrar antes que decir: ‘me rindo’…. Muchos de
los migrantes tienen rostro joven, buscan un bien mayor para sus familias, no
temen arriesgar y dejar todo con tal de ofrecer el mínimo de condiciones que
garanticen un futuro mejor”.
La migración pone en peligro a muchos jóvenes
– por asaltos, abusos, aún la trata. Y no hay garantía de acogida. Y cuando
regresan, deportados, pueden experimentar más problemas. También la migración
deja familias desintegradas – niños y jóvenes creciendo sin la presencia de un
padre o una madre en la casa.
¿Cómo podemos responder a los que se sienten
forzados a migrar?
Oremos:
Por los migrantes, para
que puedan guardar su identidad y ayudar a sus familias, sin perder su fe, sus
valores y el amor de su patria, roguemos al Señor:
R. Te
rogamos, óyenos.
Por nuestro país, para
que los poderes políticos y económicos busquen la justicia y el bien común en
lugar de sus propios intereses, roguemos al Señor:
R. Te
rogamos, óyenos..
Por todos los países del mundo, para que acojan a los
refugiados y migrantes con políticas de justicia y hospitalidad, roguemos al
Señor:
R. Te
rogamos, óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte
de cruz para salvarnos
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Octava Estación: Jesús consuela a las mujeres que lloran
por Él.
Sean
solidarios con las madres que lloran por sus hijos.
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lo seguía a Jesús muchísima gente, especialmente
mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Jesús, volviéndose
hacia ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien
por ustedes mismas y por sus hijos”.
Meditemos:
Muchas madres lloran por sus hijos e hijas
que padecen formas de marginación y exclusión social, que sufren los efectos de
la pobreza extrema y la violencia, que se han convertido en adictos a las
drogas, alcohol o pornografía, que son sicarios o mareros, que han salido
migrando, o que han desaparecido.
Como
escribió el Papa Francisco:
No seamos una Iglesia que no llora frente a
estos dramas de sus hijos jóvenes. Nunca nos acostumbremos…. Nosotros queremos
llorar para que la sociedad también sea más madre, para que, en vez de matar,
aprenda a parir, para que sea promesa de vida. Lloramos cuando recordamos a los
jóvenes que ya han muerto por la miseria y la violencia, y le pedimos a la
sociedad que aprenda a ser madre solidaria. Ese dolor no se va, camina con
nosotros, porque la realidad no se puede esconder. Lo peor que podemos hacer es
aplicar la receta del espíritu mundano que consiste en anestesiar a los jóvenes
con otras noticias, con otras distracciones, con banalidades.
…Ciertas
realidades de la vida solamente se ven con los ojos limpios por las lágrimas.
Los invito a que cada uno se pregunte: ¿Yo aprendí a llorar? ¿Yo aprendí a
llorar cuando veo un niño con hambre, un niño drogado en la calle, un niño que
no tiene casa, un niño abandonado, un niño abusado, un niño usado por una
sociedad como esclavo?...”. Intenta aprender a llorar por los jóvenes que están
peor que tú. La misericordia y la compasión también se expresan llorando….
Cuando sepas llorar, entonces sí serás capaz de hacer algo de corazón por los
demás.
Oremos:
Para que abramos nuestros corazones a los sufrimientos de
los jóvenes, roguemos al Señor:
R. Te
rogamos, óyenos.
Para que la Iglesia sea solidaria con todos los jóvenes,
ofreciéndoles la compasión y la ternura de Dios, roguemos al Señor:
R. Te
rogamos, óyenos.
Por todas las madres que lloran por sus hijos, para que
reciban consuelo y apoyo por los miembros de nuestras comunidades, roguemos al
Señor:
R. Te
rogamos, óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte
de cruz para salvarnos
+++++++++
Novena Estación: Jesús cae por tercera vez.
Sufren los pueblos por la explotación
de la Madre Tierra
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del libro de salmos:
Ha contraído una enfermedad mortal; el
que se acostó no se levantará. Incluso mi amigo, en quien confiaba, y que
compartía mi pan me pone zancadillas. Mas tú, Señor, ten piedad, ponme en pie y
les daré su merecido. En esto conozco que me quieres: que mi enemigo no cantará
victoria a mi costa.
Meditemos:
Cristo cae por el peso de la cruz y de
nuestros pecados.
Nuestros países latinoamericanos sufren por
el peso de nuestros pecados personales y contra la creación. Como los obispos
latinoamericanos escribieron:
El interés
codicioso de explotar la Madre Tierra hasta la última gota lleva a transformar
drásticamente los paisajes, talando bosques, desviando ríos, trazando
carreteras, destruyendo la capa vegetal, y en fin, generando una serie de
impactos que merecen ser sometidos a evaluación desde el punto de vista ético y
moral en diálogo con las ciencias.
En el
documento final del Sínodo de los Jóvenes, los obispos notaron:
La promoción de la justicia interpela asimismo a
la gestión de los bienes de la Iglesia…. Como se señala en la encíclica Laudato
si’, es necesario tomar decisiones valientes con una perspectiva
sostenible, puesto que la falta de respeto por el medio ambiente genera más
pobreza, cuyas primeras víctimas son los jóvenes. Se puede cambiar los
sistemas, mostrando que es posible otro modo de vivir la dimensión económica y
financiera. Los jóvenes impulsan a la Iglesia a que sea profética en este
campo, con palabras, pero principalmente a través de decisiones que muestren
que es posible una economía respetuosa con la persona y con el medio ambiente.
Juntos podemos hacerlo.
Nosotros,
la Iglesia, debemos ofrecer a los jóvenes una formación en el cuidado de la
Casa Común y acompañar sus iniciativas para proteger el mundo.
Oremos:
Por explotar la tierra de forma egoísta, Señor,
ten piedad:
R. por tu santa cruz, ten piedad..
Por quemar la tierra y talar los bosques, Cristo, ten piedad:
R. por tu santa cruz, ten piedad.
Por
no compartir los bienes de la tierra con los pobres, Señor, ten piedad:
R. por tu santa cruz, ten piedad.
.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
++++++++++
Decima Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras
Hay
jóvenes y muchachas abusados, violados, tratados – despojados de su dignidad
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del santo evangelio según san Juan:
Después
que los soldados crucificaron a Jesús, tomaron su ropa y la dividieron en
cuatro partes, una para cada soldado; tomaron también la túnica. Era una túnica
sin costuras, tejida de arriba abajo, de una pieza…. Así se cumplió lo escrito:
Se repartieron mi ropa y se sortearon mi túnica. Es lo que hicieron los
soldados
Meditemos:
Los
soldados tratan a Jesús como una cosa, dejándolo desnudo. No lo tratan como
persona humana. Repartieron su ropa como botín, para su ganancia personal.
Tantas
personas, especialmente los pobres y los pueblos indígenas, sufren lo
mismo, así como la discriminación y la
desigualdad.
Hay
jóvenes y muchachas tratados como cosas – abusados, violados, esclavizados
–utilizados por el placer o el provecho de otros. El tráfico de personas es
otro manera de esclavizar a personas. Hay también diferentes tipos de abusos,
“de poder, económico, de conciencia, sexual”, que privan a los jóvenes de su
dignidad, de su libertad”.
Cuando
una persona está utilizada en estas maneras, está despojada de su dignidad como
hija o hijo de Dios.
Oremos:
Por los jóvenes y muchacha abusados o violados, roguemos
al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Para que cese el tráfico de personas, roguemos al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Para
que cese toda forma de violar la dignidad de la persona humana, roguemos
al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
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Undécima Estación: Jesús es clavado en la cruz.
Hay jóvenes clavados, esclavizados por el apego del
poder, dinero, comodidad, placer
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura del
libro de los salmos
“Mis
manos y mis pies han traspasado. Y contaron mis huesos uno a uno.”
Meditemos:
Jesús es clavado en la cruz.
En el mundo, hay jóvenes que experimentan la
esclavitud del pecado, poniendo su confianza en lo que no da alegría verdadera.
El papa Francisco, en su exhortación Cristo
Vive, habla directamente a los jóvenes:
¿Necesitas amor? No lo encontrarás en el
desenfreno, usando a los demás, poseyendo a otros o dominándolos. Lo hallarás
de una manera que verdaderamente te hará feliz
¿Buscas intensidad? No la vivirás acumulando
objetos, gastando dinero, corriendo desesperado detrás de cosas de este mundo.
Llegará de una forma mucho más bella y satisfactoria si te dejas impulsar por
el Espíritu Santo.
El
papa nota que Jesús, clavado en la cruz, quiere liberarnos de todo lo que nos
esclaviza:
Jóvenes amados por el Señor, cuánto valen
ustedes si han sido redimidos por la sangre preciosa de Cristo! … Por favor, no
se dejen comprar, no se dejen seducir, no se dejen esclavizar por las colonizaciones
ideológicas que nos meten ideas en la cabeza y al final nos volvemos esclavos,
dependientes, fracasados en la vida. Ustedes no tienen precio… Enamórense de
esta libertad, que es la que ofrece Jesús».
Mira los brazos abiertos de Cristo
crucificado, déjate salvar una y otra vez. Y cuando te
acerques
a confesar tus pecados, cree firmemente en su misericordia que te libera de la
culpa. Contempla su sangre derramada con tanto cariño y déjate purificar por
ella. Así podrás renacer, una y otra vez.
Oremos:
Por los jóvenes esclavizados
al apego del dinero, el poder y el placer, roguemos al
Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Por los jóvenes que se sienten
aislados, roguemos al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Por todos nosotros que hemos
condenado a Jesús con nuestros pecados, roguemos al Señor:
R. Te rogamos,
óyenos.
Padre Nuestro… Dios te salve…
Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
++++++++++++
Duodécima Estación: Jesús muere en la cruz.
Jesús
se identifica con los que sufren.
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por tu santa cruz redimiste al
mundo
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Al llegar al lugar llamado de la Calavera,
lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a
su izquierda. Mientras tanto Jesús decía: ‘Padre, perdónalos, porque no saben
lo que hacen’…. Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en
tinieblas hasta las tres de la tarde…. Jesús gritó muy fuerte: ‘Padre, en tus
manos encomiendo mi espíritu’. Y dichas estas palabras, expiró.
Meditemos:
Papa Francisco en su Discurso en el Vía Crucis,
en la Jornada Mundial de la Juventud, en el año 2016, dijo:
Jesús
mismo eligió identificarse con estos hermanos y hermanas que sufren por el
dolor y la angustia, aceptando recorrer la vía dolorosa que lleva al calvario.
Él, muriendo en la cruz, se entregó en las manos del Padre y, con amor que se
entrega, cargó consigo las heridas físicas, morales y espirituales de toda la
humanidad.
Hoy la
humanidad necesita hombres y mujeres, y en especial jóvenes como ustedes, que
no quieran vivir sus vidas «a medias», jóvenes dispuestos a entregar sus vidas
para servir generosamente a los hermanos más pobres y débiles, a semejanza de
Cristo, que se entregó completamente por nuestra salvación.
Ante el
mal, el sufrimiento, el pecado, la única respuesta posible para el discípulo de
Jesús es el don de sí mismo, incluso de la vida, a imitación de Cristo; es la
actitud de servicio. Si uno, que se dice cristiano, no vive para servir, no
sirve para vivir. Con su vida reniega de Jesucristo.
…
queridos jóvenes, el Señor los invita de nuevo a que sean protagonistas de su
servicio; quiere hacer de ustedes una respuesta concreta a las necesidades y
sufrimientos de la humanidad; quiere que sean un signo de su amor
misericordioso para nuestra época.
Para
cumplir esta misión, Él les señala la vía del compromiso personal y del
sacrificio de sí mismo: es la vía de la cruz. La vía de la cruz es la vía de la
felicidad de seguir a Cristo hasta el final, en las circunstancias a menudo
dramáticas de la vida cotidiana; es la vía que no teme el fracaso, el
aislamiento o la soledad, porque colma el corazón del hombre de la plenitud de
Cristo. La vía de la cruz es la vía de la vida y del estilo de Dios, que Jesús
manda recorrer a través también de los senderos de una sociedad a veces
dividida, injusta y corrupta.
Oremos en silencio
Padre nuestro…, Ave María…, Gloria al Padre…
Cristo fue obediente hasta la muerte
-
y una muerte de cruz por salvarnos
+++++++++++++
Decimotercera Estación: Jesús es bajado de la cruz.
María
acoge el cuerpo de su hijo crucificado
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por
tu santa cruz redimiste al mundo
Lectura
del Evangelio de San Juan
José de Arimatea pidió permiso a Pilato
para llevarse el cuerpo de Jesús. José era discípulo de Jesús, aunque en
secreto por miedo a las autoridades judías. Pilato le dio permiso, y José fue y
se llevó el cuerpo. También Nicodemo, el que una noche fue a hablar con Jesús,
llegó con unos treinta kilos de un perfume, mezcla de mirra y áloe. Así pues,
José y Nicodemo tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas
empapadas en aquel perfume, según la costumbre que siguen los judíos para
enterrar a sus muertos.
Meditemos:
Junto a la cruz, en silencio, traspasada por el dolor, estaba
María. Le acompañan algunas mujeres y el discípulo amado. En secreto, algunos
hombres vienen a sepultarlo a su hijo.
María, presente en la cruz, es presente junto a cada una y uno
de nosotros.
¡Que dolor! – ver a su hijo único muerto, como muchas madres
hasta ahora. Hoy muchos encuentran a sus hijos, sus familiares muertos –
asesinados, accidentados, muertos por falta de atención médica o por suicidio.
Oremos:
En Panamá, el Papa
Francisco rezó:
Padre,
como María queremos ser la Iglesia que propicie una cultura que sepa acoger,
proteger, promover e integrar; que no estigmatice y menos generalice en la más
absurda e irresponsable condena de identificar a todo emigrante como portador
del mal social.
De
ella queremos aprender a estar de pie al lado de la cruz, pero no con un
corazón blindado y cerrado, sino con un corazón que sepa acompañar, que conozca
de ternura y devoción; que entienda de piedad al tratar con reverencia,
delicadeza y comprensión.
Queremos
ser una Iglesia de la memoria que respete y valorice a los ancianos y
reivindique el lugar que tienen como custodios de nuestras raíces.
Padre,
como María queremos aprender a “estar”.
Enséñanos,
Señor, a estar al pie de la cruz, al pie de las cruces; despierta… nuestros
ojos, nuestro corazón; rescátanos de la parálisis y de la confusión, del miedo
y de la desesperación. Padre, enséñanos a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo,
junto a María y junto a tantos discípulos amados que quieren hospedar tu Reino
en el corazón. Amén.
Padre
Nuestro… Dios te salve, Reina y madre… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
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Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado
No
resignados, sino con esperanza de la vida resucitada
Te adoramos, oh Cristo, y te
bendecimos
– porque por tu santa cruz redimiste al
mundo
Lectura del
santo evangelio según San Mateo
José
tomó entonces el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia y lo colocó
en el sepulcro nuevo que se había hecho excavar en la roca. Después hizo rodar
una gran piedra sobre la entrada del sepulcro y se fue…. Al día siguiente… los
jefes de los sacerdotes y los fariseos se presentaron a Pilato y le dijeron:
“Señor, nos hemos acordado que ese mentiroso dijo cuando aún vivía: Después de
tres días resucitaré. Ordena, pues, que sea asegurado el sepulcro hasta el
tercer día, no sea que vayan sus discípulos, roben el cuerpo y digan al pueblo:
Resucitó de entre los muertos. Este sería un engaño más perjudicial que el
primero”. Pilato les respondió: “Ahí tienen una guardia. Vayan ustedes…”.
Ellos, pues, fueron al sepulcro y lo aseguraron. Sellaron la piedra que cerraba
la entrada y pusieron guardia.
Meditemos:
Sus amigos pusieron el cuerpo de Jesús en un sepulcro.
Para ellos, él había muerto. Probablemente quedaron desanimados, resignados. Las
autoridades tenían miedo; le han escuchado a Jesús hablando de la resurrección
y la temaron. Mandan a sellar la tumba.
A veces estamos desanimados; a veces los poderosos
quieren aplastar cualquiera esperanza de cambio. Ponen piedras selladas para
prevenir que el pueblo resista el reino de muerte, violencia y corrupción.
Quieren un pueblo callado. Pero, mantenemos la esperanza que Jesús nos da. El
resucitó.
En su exhortación, el Papa Francisco comenta:
Pero en contra de los sueños que movilizan
decisiones, siempre «existe la amenaza del lamento, de la resignación. Esto lo
dejamos para aquellos que siguen a la “diosa lamentación”…. Es un engaño: te
hace tomar la senda equivocada. Cuando todo parece paralizado y estancado,
cuando los problemas personales nos inquietan, los malestares sociales no
encuentran las debidas respuestas, no es bueno darse por vencido. El camino es
Jesús…. ¡Él es el Señor! Él cambia la perspectiva de la vida. La fe en Jesús
conduce a una esperanza que va más allá, a una certeza fundada no sólo en
nuestras cualidades y habilidades, sino en la Palabra de Dios, en la invitación
que viene de Él.
Oremos:
Por
todos los que se sienten estancados o sin esperanza, roguemos
al Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Para que Dios nos abra
nuestros corazones a Jesús resucitado, roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos.
Para
que Dios de a la iglesia un espíritu de esperanza, roguemos al Señor:
R. Te rogamos, óyenos..
Padre
Nuestro… Dios te salve… Gloria
Cristo
fue obediente hasta la muerte
– y muerte de cruz para salvarnos
E
ORACIÓN
FINAL: JESÚS VIVE
Lectura del santo evangelio según San Lucas:
El primer día de la semana, muy temprano, fueron
las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. Pero se
encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido
removida, y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían qué
pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas
fulgurantes. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del
suelo. Pero ellos les dijeron: ‘¿Por qué buscan entre los muertos al que
vive? No está aquí. Resucitó’.
Meditemos:
“El mal no tiene la última palabra,”
escribieron los obispos en el documento final del Sínodo de los Jóvenes.
“Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo unigénito. Él nos amó
hasta el final y rescató así nuestra libertad”.
La tumba no pudo contener al Cristo. Como el Papa Francisco escribió:
Jesús
ha resucitado y nos quiere hacer partícipes de la novedad de su resurrección.
Él es la verdadera juventud de un mundo envejecido, y también es la juventud de
un universo que espera con «dolores de parto» ser revestido con su luz y con su
vida. Cerca de Él podemos beber del verdadero manantial, que mantiene vivos
nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestros grandes ideales, y que nos lanza
al anuncio de la vida que vale la pena.
Solidarios en la muerte de Jesús y las de los
jóvenes, con la esperanza de la resurrección, podemos anunciar con nuestras
vidas lo que el papa proclamó en el primer párrafo de su exhortación:
Vive
Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo
lo que
Él
toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras
palabras que
quiero
dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!
Dios quiere la vida, en abundancia, para cada
uno de nosotros.
Oremos con
las palabras del Papa Francisco:
Enséñanos Señor a estar al pie de la cruz, al
pie de las cruces; despierta nuestros ojos, nuestro corazón; rescátanos de la
parálisis y de la confusión, del miedo y de la desesperación. Padre, enséñanos
a decir: Aquí estoy junto a tu Hijo, junto a María y junto a tantos discípulos
amados que quieren hospedar tu Reino en el corazón. Amén.
Padre nuestro… Dios te salve, María… Gloria
FUENTES
INTRODUCCIÓN
Monseñor Romero: Sus cartas personales, pensamientos y
consejos, p. 158
PRIMERO
ESTACIÓN
Marcos
15, 12-15
Papa Francisco,
Exhortación Apostólica Postsinodal, Christus vivit, a los jóvenes y a todo el
pueblo de Dios [Cristo Vive], 23
SEGUNDA
ESTACIÓN
Juan 19, 17
TERCERA
ESTACIÓN
Isaías 53, 4
Papa Francisco, Cristo
Vive, 270
CUARTA
ESTACIÓN
Lucas 2, 34– 35. 51
Papa Francisco, Cristo
Vive, 45
Papa Francisco, Vía Crucis con los jóvenes, Panamá, 25 de enero de 2019
QUINTA
ESTACIÓN
Marcos 15, 21
Documento
Final del Sínodo de los Obispos: los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, 52
Papa
Francisco, Cristo Vive, 171, 174
SEXTA
ESTACIÓN
Isaías 53, 2-3
Papa Francisco, Vía Crucis
con los jóvenes, Panamá, 25 de enero de 2019
SÉPTIMA
ESTACIÓN
Lucas 9, 23-24
Papa Francisco, Cristo
Vive, 91
OCTAVA
ESTACIÓN
Lucas 23, 27-28
Papa Francisco,
Cristo Vive, 75-76
NOVENA
ESTACIÓN
Salmo 41 [40], 9-12
Documento
Final del Sínodo de los Obispos: los jóvenes, la fe y el discernimiento
vocacional, 153
DÉCIMA
ESTACIÓN
Juan 19, 23-24
Papa Francisco, Cristo
Vive, 98
UNDÉCIMA
ESTACIÓN
Salmo 22 [21],
18-19
Papa Francisco,
Cristo Vive, 131; 122-123
DUODECIMA ESTACIÓN
Lucas 23,33-34.44-47
Papa Francisco, Discurso
en el Vía Crucis, en la Jornada Mundial de la Juventud
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Juan
19, 38-42
Papa Francisco, Vía Crucis con los jóvenes, Panamá, 25 de enero de 2019
DECIMOCUARTA
ESTACIÓN
Mateo 28,
59-60. 62-66
Papa Francisco,
Cristo Vive, 141
ORACIÓN
FINAL
Lucas 24, 1-6
Documento Final del Sínodo de
los Obispos: los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional , 76
Papa Francisco, Vía Crucis con los jóvenes, Panamá, 25 de enero de 2019
Papa
Francisco, Cristo Vive, 32; 1
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