Carta: Para
los obispos de la Conferencia Episcopal de Honduras. De: las hermanas y
hermanos participantes de la asamblea anual de la CONFEREH.
“Dichosos los
que tienen hambre y sed de justicia,
porque Dios
los saciará” Mt 5, 6.
Nosotras hermanas
y hermanos de la Vida Consagrada que nos encontramos reunidos en la Asamblea
del 18 al 21 de octubre de 2016 en Tres Rosas Valle de Ángeles, Tegucigalpa;
queremos expresar una palabra solidaria y comprometida desde nuestro ser
discípulas y discípulos de Jesús en esta casa común de Honduras.
Hermanos Obispos,
unidos con el sentir que ustedes expresaron en el escrito que recientemente
presentaron al pueblo de Dios sobre las problemáticas y desafíos que se dan en
el país. Queremos expresar algunos aspectos que nos preocupa de esta realidad:
1.
La privatización de los bienes públicos y del
Estado, como el agua y la energía eléctrica; así como los conflictos que ha
generado los puestos de peaje en el norte del país.
2.
La ola de asesinatos de jóvenes en los barrios que
viven en la periferia de nuestras ciudades y las comunidades rurales.
3.
La migración masiva de la niñez, juventud y
mujeres madres que huyen de la violencia y del empobrecimiento de los hogares.
4.
Los asesinatos en aumento de los defensores y
defensoras de derechos humanos y ambientales. “Entre 2002 y 2014, 111
defensores y defensoras de los derechos humanos fueron asesinados como castigo
por su trabajo: 12 de ellos únicamente en 2014 y 8 en 2015.
El 2 de marzo 2016 fue asesinada Berta Cáceres. En el 2013 fue asesinado Tomas García, y en marzo 2016 fue asesinado Nelson García. En La Paz, durante 2015, fueron asesinados al menos 3 indígenas Vinculados a la lucha contra las represas. El 27 de agosto del 2014 mataron a tiros, a la dirigente campesina Margarita Murillo” (GLOBAL WITNESS, 2016).
Conocemos con dolor, que el 19 de octubre se dio el asesinato de José Ángel Flores presidente del MUCA, en el bajo Aguan, junto con Silmer Dionisio George, ambos tenían medidas cautelares otorgadas por la CDIH.
El 2 de marzo 2016 fue asesinada Berta Cáceres. En el 2013 fue asesinado Tomas García, y en marzo 2016 fue asesinado Nelson García. En La Paz, durante 2015, fueron asesinados al menos 3 indígenas Vinculados a la lucha contra las represas. El 27 de agosto del 2014 mataron a tiros, a la dirigente campesina Margarita Murillo” (GLOBAL WITNESS, 2016).
Conocemos con dolor, que el 19 de octubre se dio el asesinato de José Ángel Flores presidente del MUCA, en el bajo Aguan, junto con Silmer Dionisio George, ambos tenían medidas cautelares otorgadas por la CDIH.
5.
Preocupa que en algunas parroquias de las diócesis
se está marginando y excluyendo a agentes de pastoral de la participación
eclesial, por estar comprometidos con organizaciones de defensa de derechos
humanos y ambientales, especialmente en los pueblos indígenas.
Ante esta
realidad de muerte organizada y sistemática hacia los defensores y defensoras
de los bienes naturales y los derechos humanos de las comunidades campesinas e
indígenas; donde los conflictos son generados por los empresarios mineros y de hidroeléctricas,
con las comunidades y líderes que defienden los bienes naturales, el patrimonio
cultural y comunitario. Queremos renovar nuestro compromiso de discípulas y
discípulos de Jesús desde nuestros carismas fundacionales, en comunión con el
pastoreo que ustedes desarrollan en las diferentes diócesis del país.
Dejándonos llevar
por el Espíritu Santo, proponemos:
1.
Salir de nuestro capillismo congregacional y
parroquial para el encuentro con los pueblos empobrecidos y excluidos que están
a la puerta de nuestra casa y templos.
2.
Estar abiertos al diálogo y al compromiso
solidario en acciones y procesos con los diferentes grupos organizados que
buscan defender y cuidar los bienes naturales.
3.
Denunciar las acciones corruptas de los servidores
del Estado que favorecen a las empresas extractivas, sin realizar las consultas
previas y de buena fe en las comunidades, junto con estudios amañados de
impacto ambiental. Como la privatización del agua en los municipios.
4.
Denunciar las acciones violentas y criminalización
que realizan los empresarios de la minería e hidroeléctricas, y mono cultivos,
hacia las comunidades campesinas e indígenas.
5.
Denunciar a las autoridades policiales y militares
que violan los derechos humanos en las comunidades y con sus líderes.
6.
Establecer redes intercongregacionales en las
diócesis, en procesos pastorales a favor de la justicia y rescate de las
situaciones de violencia sistemática.
7.
Promover y exigir a los medios de comunicación
católicos la difusión de las denuncias y los compromisos solidarios en estas
causas evangélicas de la defensa y cuido de los bienes naturales,
biodiversidad y territorios comunitarios; principalmente en defender a las y
los líderes defensores de las comunidades.
8.
Apoyar como Iglesia las denuncias y procesos
formativos del Equipo de Reflexión e investigación y comunicación, SJ (ERIC);
que están realizando actualmente ante las injusticias y corrupción que se dan
en el país.
Finalizamos
haciendo votos de seguir caminando en comunión y sirviendo al pueblo que camina
en nuestro territorio, junto con toda la creación regalada por Dios. Citamos
las palabras inspiradoras del papa Francisco, en la bula de la misericordia:
“No será inútil en este contexto recordar la
relación existente entre justicia y misericordia. No son dos momentos
contrastantes entre sí, sino dos dimensiones de una única realidad que se
desarrolla progresivamente hasta alcanzar su ápice en la plenitud del amor. La
justicia es un concepto fundamental para la sociedad civil cuando, normalmente,
se hace referencia a un orden jurídico a través del cual se aplica la ley” (#20).
Unidos en Cristo, la Conferencia de religiosas y
religiosos de Honduras
Las Tres Rosas, Valle de Ángeles; 20 de octubre de
2016
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